Università di Bologna - Dipartimento SITLeC

Convegno - Lessicografia bilingue e Traduzione: metodi, strumenti e approcci attuali  
 
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Antoni NOMDEDEU RULL
Università di Napoli  "L'Orientale"

La ideología en los diccionarios didácticos: las voces “malsonantes” *

Desde la aparición de los estudios metalexicográficos, la redacción de las definiciones o la elección de los ejemplos en los diccionarios tienen que caracterizarse, teóricamente, por factores, entre otros, como la objetividad. Sin embargo, los estudios que denuncian una situación bien diversa en las páginas de nuestra lexicografía son muchos.

Para evitar la presencia de la ideología en los diccionarios del español, la única solución posible es, en espera de otra mejor, que el lexicógrafo se intente despojar al máximo de su óptica personal y procure situarse a medio camino entre las actitudes de todos los hablantes para intentar que su diccionario refleje en lo posible la intersección de las divergentes visiones del mundo de todos los usuarios de una lengua (Pascual y Olaguíbel, 1991). Con todo, la labor del lexicógrafo no puede ser ni es una labor neutral, ya que no existe la mirada desideologizada en quien tiene que comprimir el mundo en una lista alfabética de palabras, ni en quien tiene que mostrar cómo esa palabra entra a formar parte de la vida cotidiana de una sociedad por medio de un ejemplo (Forgas, 2001). Por lo tanto, no puede recriminarse al diccionario esta óptica ideológica marcada, comprometida con la idiosincrasia de su contexto social, pero sí convenimos en que existe un punto intermedio entre el ejemplo neutral, no comprometido, y la apuesta por el compromiso en un bando cualquiera, pues no hay que olvidar que el diccionario, como objeto semiótico de cultura, es producto e instrumento de poder y del poder.

En este contexto, a partir del análisis de las informaciones lexicográficas acerca de las voces malsonantes (malson.)[1] en los diccionarios didácticos[2] (las que generalmente designan referentes sexuales, escatológicos o las que se usan como insulto, y que el DRAE define como aquellas que ofenden “los oídos de personas piadosas o de buen gusto”) y en diccionarios descriptivos de uso didáctico[3], muestro cómo los posicionamientos ideológicos morales provocan que se incluyan o se excluyan voces (de diferentes registros) en los diccionarios, que se empleen unos términos y no otros en las definiciones, y que se marquen y se seleccionen unos ejemplos y no otros, sin dejar de considerar que la ausencia de ejemplos bajo dichas voces en algunas obras de perfil didáctico es tan remarcable como la presencia de ejemplos marcados ideológicamente[4]. La situación de academicocentrismo de nuestra lexicografía provoca que hallemos pocas diferencias verdaderamente significativas en el tratamiento de este tipo de voces en los repertorios existentes.


[1] La marca malson. es típica del DRAE  y acompaña a voces como carajo, cojón, coño pero no a otras muy parecidas como hijo de puta (sv. hijo, vulg.), maricón (vulg.) o polvo (‘coito’, coloq. vulg.).

[2] Tanto en diccionarios escolares (como el Diccionario del estudiante de la RAE, 2005) como en diccionarios de aprendizaje (como el Diccionario para la enseñanza de la lengua española de Alvar Ezquerra, 1995, o el Diccionario Salamanca de la lengua española de Gutiérrez Cuadrado, 1996).

[3] Como, por ejemplo, el CLAVE. Diccionario de uso del español actual.

[4] Y es que la ideología en los ejemplos es visible tanto en los ejemplos marcados como en las voces que no presentan ejemplos. En este último aspecto, es muy ilustrativo que el Diccionario del estudiante incorpore ejemplos de uso –extraídos de un banco de datos léxicos específicos creado ad hoc «integrado exclusivamente por libros de texto de todas las materias» (pág. xv) y apoyado en otros archivos ya existentes en la institución, como el CREA– en todas las acepciones del diciconario excepto en las voces y acepciones malsonantes (marcadas con malson) sin explicar las razones de esta ausencia, a pesar de que podamos entrever un criterio supuestamente purista que está al margen de consideraciones estrictamente lingüísticas.