Dimensión ideológica de la lengua en la obra lexicográfica de Diego de Guadix
(1593)
No cabe duda de que, independientemente de la fecha de redacción, todo autor
de diccionarios ha pretendido en su tarea acaparar la imagen social de la lengua
del momento. El diccionario, entonces, convertido en imagen social del léxico se
comunica como significado verdadero aceptado socialmente. El lexicógrafo adquiere
un compromiso ético de verdad y la descripción lingüística en la obra alcanza un
carácter necesariamente normativo. No obstante, también es cierto que, en no pocas
ocasiones, el lexicógrafo desatiende este compromiso ético a favor de valores orientados
por algún tipo de ideología particular con el objetivo de ejercer un control prescriptivo
sobre la conducta verbal de los hablantes. En este sentido, no son pocos los estudios
que nos hablan de polémicas definiciones en torno a nociones como religión, política,
sexualidad o moral que delatan la ideología particular del redactor.
Así mismo, en otras ocasiones, la tarea lexicográfica lleva la dimensión ideológica
hasta una misma teorización lingüística. Es entonces cuando el diccionario, al margen
de su valor como obra de consulta y guía de uso lingüístico, ofrece su valía como
fundamentación teórica del lenguaje, en donde se integran componentes generales
de tipo histórico, antropológico, sociológico y psicológico de uso del lenguaje.
Estos preceptos no vienen ya sólo a dictaminar el uso del lenguaje, sino que, más
allá de modelar la idea que los hablantes tienen de la lengua, sirven de base constructiva
para la organización macroestructural y microestructural del diccionario.
En este sentido, el Diccionario de arabismos (1593) de Diego de Guadix
resulta un buen ejemplo de obra lexicográfica con una importante base teórica sobre
la lengua de la que se desprende claramente la dimensión ideológica de un redactor
de diccionarios del siglo xvi. Una base ideológica sobre la lengua española, en
general, y de los arabismos, en particular, teorizada por Diego de Guadix sirve
de sustento al diccionario. Para conseguirlo pone en uso discursos fundamentales
de la teoría del lenguaje, en donde se encuentra modelos de la evolución lingüística,
teorías del aprendizaje de la lengua, del acto de comprensión de la lengua, así
como, teorías de la referencia del lenguaje a la sociedad en la que se desarrolla.
Para ello, se sirve, no sólo de un desarrollado y trabajado prólogo ―compuesto
por diez advertencias en donde encontramos los primeros testimonios de contenido
metalexicográfico de la historia de la lexicografía española―, sino que, además,
Guadix no duda en poner a disposición de su ideología los mismos componentes del
artículo lexicográfico: lematización, etimología, marcas, definición y ejemplos.
Las ideas lingüísticas presentadas encajan perfectamente dentro de la tradición
teórica de la época. Una de las mayores preocupaciones de estos estudiosos fue el
desarrollo de la lingüística histórica, en donde principalmente se atendió al problema
del origen de las lenguas, en general, y del español, en particular. Dentro de este
marco, el Diccionario de arabismos (1593) centra su interés en torno a la
realidad árabe de la lengua española. Para justificación de su obra y fundamentación
del trabajo, Diego de Guadix va a realizar un determinado tipo de historia: a) una
teoría general sobre el origen de las lenguas, b) una teoría sobre la antigüedad
y extensión de la lengua árabe en el mundo y c) una teoría sobre la entrada del
elemento árabe en la Península Ibérica. Datos históricos que son utilizados a favor
de unas ideas histórico-lingüísticas concretas: 1) el estado de bilingüismo, 2)
la vulgarización de los arabismos y 3) la metodología en investigación etimológica.
Con un contenido entre lo histórico y lo mito-teológico, el análisis de los aspectos
señalados en el Diccionario de arabismos (1593) proporciona una clara configuración
del cuerpo ideológico de doctrina y formulación teórica sobre la lengua que desarrolla
Diego de Guadix en el proceso lexicográfico. Al tiempo que nos ayuda a entender
mejor el proceso de elaboración de la nueva metodología lexicográfica monolingüe
en España.